La Estación de Empaque Automática en Línea inicia su operación una vez que recibe el producto terminado desde la línea de producción. En primer lugar, se activa el sistema de transporte integrado para trasladar el producto hacia la estación de empaque. Durante el desplazamiento, se emplean sensores para verificar su correcta posición y condición, asegurando que cumpla con las especificaciones requeridas.

Una vez en la posición adecuada, la máquina comienza el proceso de manipulación. Según el tipo de producto y el diseño del empaque, se realiza un cambio automático de herramienta, lo que permite al sistema adaptarse a diferentes formatos de empaque. Posteriormente, se activa el sistema de sellado y etiquetado, garantizando que cada paquete quede debidamente cerrado y marcado conforme a las regulaciones establecidas.

Al finalizar el empaque, el producto avanza hacia la salida, donde se lleva a cabo una inspección final para verificar la calidad del empaque. Si el producto cumple con los estándares, se prepara para su distribución. Todo el proceso está controlado por un software avanzado que permite la monitorización en tiempo real y una rápida reconfiguración en función de las necesidades del cliente.